Plan de desarrollo urbano, con su coro que lo avala (1 de 4).| Antonio Hernández.
El tema es vigente. En Tulum, la Suprema Corte de Justicia invalido el plan de desarrollo urbano de esa localidad, por ser contrario a los lineamientos de Conservación del Parque Nacional Tulum. En ese contexto se tiene la presión de urbanizar zonas del Parque por hoteleros.
En Nuevo León ocurre algo semejante. El Plan Estatal de Desarrollo Nuevo León 2030 esta en sus etapas finales de integración. Aunque ese documento que rige el crecimiento de la metrópoli en las siguientes dos décadas considera aspectos positivos relacionados con la movilidad urbana, o el destino propuesto que se la da a la zona centro, esos componentes positivos quedan en segundo término porque la planificación hacia la zona montañosa sigue la tendencia de siempre: Urbanizar estos sitios, que por cierto, en un porcentaje mayoritario son áreas naturales protegidas.
Ese plan tiene componentes de alerta roja para la conservación de ecosistemas. Proyectos carreteros en áreas naturales protegidas (ANP), los cuales incluyen tres túneles, la revalorización de las ANP en términos de sus recursos con el fin de poder realizar “actividades eco compatibles”, además de un desconocimiento grave de la importancia de esos espacios protegidos.
Las propuestas del gobierno estatal no pueden ser conjugadas con un espíritu conservacionista. Sus diagnósticos de los que derivan sus propuestas tampoco pueden ser positivos.
¿Cómo podrían, si piensan que un Parque Nacional es lo mismo que una plaza pública? Parque Nacional Cumbres de Monterrey es quizá el más grande de todo el país. Y obtusos lo miden y evalúan con el rasero que analizan un parque o plaza como La Alameda. Ignorancia pura.Al Cerro de la Silla ni lo mencionan. Han de pensar: ¿para qué?, si los planes ya están definidos.
El desconocimiento en el que basan sus propuestas no termina ahí. Proponen generar planes de manejo para las ANP, porque piensan que carecen de ese instrumento de gestión. Al menos 27 ANP estatales cuentan con ese documento, publicado en el Periódico Oficial. Una actualización es pertinente, pero el engaño queda claro, cuando proponen algo que ya existe.
Hablan de promover la conservación en los espacios naturales, y su única propuesta es la promoción turística. Revalorizar las ANP para hacer turismo. La amenaza es latente, considerando que hasta el momento esa actividad, en un alto porcentaje sin regulación, es causa de perturbaciones ambientales serias en los ecosistemas. Proponer turismo no es promover la conservación. Ni siquiera se tiene la garantía de que esa actividad en efecto sea compatible con los objetivos de conservación de las ANP locales.
Desde al menos tres sexenios, las montañas y espacios naturales han sido el objetivo del deseo de las administraciones locales. En mayor o menor grado han tenido cubierto su fin, pero sin poder tener aún para si las zonas emblemáticas. Desde Valle de Reyes, túnel en Sierra de la Silla, teleférico en Cerro de la Silla, estadio en La Pastora, o las numerosas construcciones en las faldas de las montañas.
Quienes planifican el crecimiento de la ciudad siguen con la visión invasora. Aunque lo digan, no parecen tener clara su responsabilidad. La viabilidad de la comunidad esta directamente relacionada con la integridad de las montañas y espacios semejantes. Esa consideración deben tener presente al momento de sus proyecciones irreales e injustas. Eso es irrebatible.
El gobierno estatal define en su Plan torcido cuestiones que establecen como irrenunciables, que no admiten negociación. Debiera ser el caso de las ANP en las montañas. Su propuesta no es viable, ni bien recibida. Pudieron trabajar con una mira positiva, pero la tendencia para destruir e invadir sigue vigente. En el tema ambiental se mantiene el desencuentro, dejando el camino abierto para que la impugnación de los trabajos propuestos se manifieste en los tiempos por venir.
Antonio Hernández
t608138@gmail.com
Quiero escribir, pero me sale espuma. 
Hay dos aspectos que debes considerar en tu critica. El primero es que la ley de desarrollo urbano de nuevo leon prohibe la construccion en zonas de alta pendiente, esto es en una gran parte de la zona de montañas y que los limites precisos del desarrollo en el plan metropolitano que es uno de los planes de la vision completa, seran definidos junto con los municipios. En planes anteriores la «violacion «de la autonomia municipal en ojos de los municipes impedia este dialogo que ahora se espera tener. El segundo punto es que el tomo de medio ambiente de la misma vision no se ha concluido y se contempla incrementar las areas naturales protegidas. lo unico polemico en su caso es el transito hacia una vision en donde en dichas areas, si es que hay consenso, se permitan actividades que sin dañar permitan generar recursos para su propio mantenimiento y asegurar asi su viabilidad en el tiempo. Son bienvenidas tus propuestas y te invitamos a tener juntas de trabajo si tu intencion es crear algo mejor. en caso contrario de cualquier forma se te agradece tus comentarios y haremos las correcciones o precisiones del caso
Listo, Gabriel. Tomo nota de lo que refieres. Lo tendré presente en la siguientes entradas que quiero armar sobre el tema.
Me parece que la Ley de Desarrollo Urbano es una de varias a considerar en la planificación vinculada con las ANP, además de otros elementos, como decretos y programas de manejo. También que el crecimiento en puntos de pendientes es uno de varios elementos más que afectan los espacios protegidos. Comentar del tema rebasa el formato de estos comentarios. Estaremos de acuerdo en que hay más elementos a considerar.
El manejo de esos espacios es amplio y complejo. Habría que ver, efectivamente, la manera de conciliar ámbitos, como los de conservación y el crecimiento o necesidades de la población en la ZM.
Las ANP locales tienen una serie de amenazas y problemáticas que influyen negativamente en su integridad. Con los planteamientos puntuales sobre el tema en el Plan de desarrollo, la posibilidad (además de la tendencia vigente) de que se regulen o mitiguen disminuye.
Las ANP locales, con sus regulaciones vigentes, no son obstáculo para desarrollar actividades en su interior. Cuestión de revisar leyes, reglamentos, y programas de manejo, para advertir lo que se puede realizar. Esa sería una buena base para planificar. Las ANP ya tienen todo un marco que regula su manejo. En la configuración actual del Plan, hay partes en las que se desprende que ese marco sencillamente no se considera.
Tengo presente que son documentos que están en integración. Ojalá se mire o se logre una gestión con los municipios, y el gobierno federal, en la planificación. Hay cuestiones prácticas de competencias en el tema que se deben tener presentes, que si se ignoran, se cae en el riesgo de proponer cosas incompatibles con las regulaciones vigentes en el tema.
Recibo bien tu invitación. Ya tengo tu correo. En corto te mando comunicación.
Gracias, Gabriel.
Toño.
Es evidente el abandono que existe por parte del gobierno estatal hacia las ANP´s de su jurisdicción, los cerros que son insignia de nuestra ciudad son al parecer un estorbo geográfico desde la visión que manifiestan las políticas públicas estatales, ni se digan las municipales, ignorar y desdeñar el valor ambiental y social de ellos es un error grave con una cuantiosa factura endosada a los futuros habitantes de esta zona. Me parece ridículo hasta el insulto que el gobernador declare que su administración protege los ecosistemas, cuando es tan evidente el deterioro en que se encuentran nuestros cerros y nuestros ríos, si hubiera una mínima voluntad política de atender esta situación la dirección de parques y vida silvestre tendría los insumos y el personal mínimo necesario para cumplir con su misión y su función. Pero esto simplemente no ocurre, y esta muy lejos de ello, porque lo que sucede es un agravamiento de la degradación ambiental por todos lados.